Estamos ya delante de la puerta de las fiestas de navidad y su magia.
Bastantes años atrás la Navidad era una gran tradición cristiana donde las familias, las amistades, los conocidos, deseaban que llegara estas fechas para reunirse con sus seres queridos, padres, madres, abuelos, abuelas, nietas, nietos, tíos, tías, sobrinas, sobrinos y demás personas que anhelaban el cariño de sus parientes ya fuere por vivir en la distancia o por vivir en el mismo municipio pero daba igual era ese momento de la magia navideña, regalar sonrisas, besos, abrazos y la oportunidad de compartir una mesa cargada de buenos platos cocinados con mucho amor por parte de los que ofrecían su humilde morada para tal evento.
El tener la casa adornada con un lindo árbol lleno de adornos navideños, las luces iluminando los balcones, ventanas, el pesebre a la entrada de la casa y todo ello acompañado de villancicos que antes siempre escuchábamos los mismos y que a día de hoy no es el caso ya que la industria musical parece que apuestan para crear nuevos villancicos algo que es de agradecer, y lo más de lo más toda la familia se reunía para cantar villancicos al son de alguna zambomba y el tintineo provocado con una barita pasándola por encima de una botella de anís.
Cierra los ojos y sueña con todo lo que te he explicado, ¿parece bonito verdad? Pues si lo era, lamentablemente algo está pasando con la humanidad, el que y el cómo es difícil de explicar con pocas palabras.
Dicen que la humanidad a avanzado mucho gracias a la tecnología a las comunicaciones como internet, redes sociales a la inteligencia artificial y lo que más a la inteligencia armamentística, aquí nos hemos superado con un par de ….
Yo no lo veo así, en vez de crecer y mejorar como personas con todos aquellos valores que nuestros padres nos habían regalado para poder convivir en paz con el resto de la humanidad y que el resto de generaciones podían transferir a sus hijos, lo que veo es que lo estamos perdiendo casi todo, a cambio de ser más libres o libertinos, de ser irrespetuosos con los demás, de ser egoístas y solo vivir para nosotros mismos.
¿Porque no valoramos y aceptamos de buen grado a todas aquellas personas que son ejemplares para nuestra sociedad y que han hecho tanto para otros a cambio de nada?
Aquí queda la pregunta por si gustas responderla.
Por último, en mi tradición y creencia al cristianismo siempre he tenido muy claro que nadie es mejor que nadie, que todos tenemos virtudes y defectos y todos somos merecedores de ser respetados y amados.
Quiero pedir mi deseo para estas fiestas y para el 2024 y es que aquellas personas enfermas que por su delicada salud están en hospitales, aquellos ancianos que están en una residencia o en sus casas solos, que aquellos niños que no tienen a nadie que les abracen y les den amor de familia que a todos ellos les cambie la vida que encuentren y recuperen a sus seres queridos y que al resto de la humanidad recupere la ilusión por vivir y el amor.
Os deseo de todo corazón que paséis unas felices fiestas y un prospero año 2024.
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